El Refugio de Goriz está en pleno parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y es el punto de partida para muchas rutas y picos que hay por la zona, como la Faja Pelay, la Brecha de Rolando, el Cilindro de Marboré y muchos más pero sin duda la más conocida desde este refugio es la ascensión a Monte Perdido.
Nos alojamos solo una noche y la impresión que me llevé de Goriz fue en general muy buena, la afluencia de gente que tiene es bestial y hay que reservar plaza si o si, ahora creo que para cierta antelación hay que hacer las reservas online, y la verdad es que está muy bien organizado. Las cenas se hacen por turnos, a nosotros nos tocó a las 7 de la tarde, demasiado pronto para mi gusto pero no puedes elegir, y la comida es rica y abundante. Las camas están bien y las habitaciones no son muy agobiantes.
Sólo puedo decir dos cosas negativas del Refugio Goriz, la primera el precio, me pareció un poco caro, incluso estando federado, pero es lo que tiene dormir alli arriba en un sitio con tanta demanda. Y la segunda, los baños, he estado en varios refugios y está claro que no son hoteles ni puedes pretender tener todas las comodidades, pero jamás había estado en un baño con semejante peste, la solución: ir al monte y ya está, porque a mi no me quedó más remedio. (NOTA: He vuelto este verano – agosto de 2012- y he de decir que los baños estaban mucho mejor que el año anterior, en este aspecto el refugio ha mejorado bastante!)
De todos modos, me gustó mucho y recomiendo sobre todo sus huevos fritos con jamón, que después de una ruta te quitan todos los males!
Impresiones de una montañera principiante 