Archivo de la etiqueta: Escalada

Escalada de la Vía Ramonín (IV) – Hoces de Vegacervera

Pues esta ha sido ¡mi primera vía escalada clásica! y puedo decir que me gustó, la vía Ramonín en las Hoces de Vegacervera es una perfecta manera de empezar en este mundo de la clásica, no es difícil pero es un reto para los que somos nuevos en esto. Estuve a punto de no atreverme por el miedo a la altura o que fuera más difícil de lo que pensaba, pero mis amigos me animaron a intentarlo y al ir de segunda, el riesgo era mucho menor. Además, la vía asciende poco a poco por una canal por lo que en la mayoría de los largos el «patio» era menos imponente de lo que me esperaba.

Croquis de la vía Ramonín: he intentado retocar una de mis fotos para marcar por dónde va la vía, pero el mejor croquis lo tenéis en la web de «el maquis», os dejo el enlace: http://www.elmaquis.net/escaladas/croquisroca/vegacervera-ramonin.jpg

Y este es mi intento (desde que me quedé sin photoshop estoy perdida)

Croquis vía Ramonín (IV)

Croquis aproximado de la Vía Ramonín (IV) en las Hoces de Vegacervera

Ubicación: la vía se encuentra al principio de las Hoces si vienes desde Vegacercera, a la izquierda y justo antes de un puente y de una señal de tráfico. Le da el sol desde por la mañana, por lo que es mejor madrugar en verano para evitar las horas de más calor (los pies de gato ardían) o probar en otras fechas.

Material, nosotros hemos usado: cuerdas de 60m para poder rapelar por la vía Levitación Trascendental, friends, fisureros, cordinos y lazos, mosquetones de seguro y cintas (sólo dos reuniones están equipadas, el resto está limpio) descensor y casco.

Primer largo (III, 25m): trepamos las primeras gradas y vamos ascendiendo poco a poco hacia la derecha, para colocarnos entre dos grandes bloques de piedra. Avanzamos entre dichos bloques y nos subimos encima del bloque de la derecha. Supuestamente aquí había una reunión con dos clavos pero nosotros no la encontramos por ninguna parte. Con friends, fisureros y cordinos Jota monta nuestra propia reunión.

Segundo largo (IV, 45m): subimos los primeros metros por dentro de la canal, llegamos a una parte más vertical que hay que evitar haciendo una pequeña travesía (IV y adherencia) hacia la izquierda para salir de la canal. Este es, en teoría, el paso más complicado,  a mi (que iba de segunda) se me metió la cuerda por una grieta y no conseguía sacarla, me hacía puerta y no podía avanzar, tuve que pedir cuerda y en equilibrio agitarla hasta sacarla… me concentré tanto en liberar la cuerda que cuando lo conseguí, el paso me pareció más fácil de lo que esperaba. Otra vez dentro de la chimenea y poco antes de la reunión hay un gran bloque que o bien lo subes directamente (si tienes fuerza, los chicos lo hicieron sin problema) o bien lo superas por la izquierda…
Continuamos por la canal hasta llegar a una terraza  con una reunión equipada con dos spits.

Tercer largo (IV, 45m): este largo trascurre por una chimenea bastante estrecha, con buenos agarres y pasos en oposición. Tras 45 metros de escalada llegamos a otra terraza equipada con dos paraboles con anillas, que utilizaremos más tarde para el segundo rapel.

segundo-largo-ramonin

En la segunda reunión de la vía Ramonín

tercer-largo-ramonin

Llegando a la tercera reunión de la vía

Cuarto largo (II+, 25m): si seguimos avanzando por la chimenea llegamos a lo alto del espolón donde disfrutaremos de unas buenas vistas. Ojo, que en esta parte, aunque es más fácil, hay piedras sueltas y hierba. Montamos reunión laceando un árbol. Desde aquí hay que comenzar el descenso en rápel.

desde-lo-alto-ramonin

Desde la última reunión, en lo más alto de la vía.

Descenso:
Rapelamos o destrepamos el cuarto largo hasta llegar a los dos parabolts con anillas de la tercera reunión. Desde ahí, bajamos en dos rapeles por la vía Levitación Trascendental.

 Rapel Ramonin

Rapelando el último tramo

Re-iniciándome en la escalada deportiva

Parece mentira que todo esto de salir al monte empezara hace ya varios años por «culpa» de la escalada. Pues sí, este fue el origen, amigos de mi chico empezaron a escalar y yo hice mis pinitos con ellos. Así empezamos a ir fines de semana a Peñarrubia, Patones y La Pedri.

Mi chico cogió más nivel pero yo nunca pasé de IV o V… tampoco me dio tiempo la verdad, porque llegó un momento en que renegamos. Las escuelas estaban llenas y había que hacer cola en las vías fáciles, y empezamos el senderismo y más tarde el montañismo, para alejarnos del ruido y la muchedumbre. Pero esto de la montaña es un círculo cerrado y hay cumbres a las que no se llega sin escalar o trepar un poco, así que hemos vuelto, con más ánimo y ganas que antes y sobre todo con una motivación diferente: llegar arriba, practicar en deportiva para asumir los pasos difíciles de las cumbres con mayor soltura.

El retorno ha sido más grato de lo que esperaba, estábamos oxidados sí, pero la nueva sensación de vértigo y el buen ambiente nos ha dado fuerzas para volver a intentarlo. Además, es curioso que haya sentido menos miedo de el que sentía cuando probé por primera vez, más confianza… supongo que como dice mi chico: el cuerpo no olvida (del todo, porque el grigri ni recordaba cómo cogerlo).

Escalando V en Patones

Probando de nuevo la escalada en Patones, eso sí, a top rope, que de momento no me fío…